Pasar por estas experiencias emocionales puede conllevar más riesgo de desarrollar estados psicológicos de depresión y ansiedad, y/o reacciones conductuales problemáticas. La situación de emergencia actual en la que estamos nos obliga a PENSAR y ACTUAR de la manera más eficaz y rápida, pero basándonos siempre en cada persona.
Por eso, en el post de hoy queremos detenernos en explicar cómo evolucionan las conductas-problema y qué podemos hacer. O si lo prefieres, puedes descargarte una pequeña guía aquí: Conducta en casa
El color verde se referiría a que la persona está bien y satisfecha, el amarillo a cuando comienzan a existir las primeras manifestaciones de que algo va mal, y el rojo a que la persona ha perdido el control y se han disparado las conductas más graves para cada uno.
A partir de aquí, y adaptando las recomendaciones de la Guía que Plena Inclusión ha publicado al respecto, vamos a ir repasando qué podemos hacer. Porque esa es la buena noticia, ¡sí que podemos hacer algo!
Cuando lo peor ha pasado, y estamos en la fase final de la curva, debemos intentar regresar cuando antes al estado de bienestar, aunque todavía aquí es muy probable que pueda volver de nuevo la conducta problemática. Cuando la persona esté bien, dedícate a ti:
- No lo tomes a lo personal, la conducta no es contra ti (esto puede impedirte buscar otras soluciones).
- Reconócete y sé honesto con tus emociones antes de intentar controlarlas.
- Comparte con la persona adecuada tu situación.
- Aprende de lo ocurrido (dedica un momento a pensar por qué ha ocurrido y cómo puedes evitarlo la próxima vez).
- Cuídate y mantén tus hábitos saludables.